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Gafas de Perscripción

Paradigmas Educativos: 

Cambios de Percepción en la Escuela y en Casa

Kalli Simpson

Los paradigmas educativos no paran en el salón de clase ni en la escuela. Los paradigmas educativos siguen a los estudiantes a sus hogares donde practican lo que aprenden. Estos paradigmas educativos se convierten en el lente con el que el estudiante ve su entorno.

Un paradigma educacional al que los estudiantes están expuestos más a menudo es el Modelo Ver-Hacer-Lograr—lo que VEMOS (nuestros paradigmas) impacta lo que HACEMOS (nuestras acciones), y lo que HACEMOS impacta lo que LOGRAMOS (nuestros resultados).

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Al volvernos conscientes de que nuestros propios paradigmas educativos están impactando lo que vemos, lo que hacemos, y lo que logramos nos proporciona una oportunidad para saber que podemos cambiar los paradigmas educativos en nuestras vidas y en nuestra cultura familiar.

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Paradigmas Educativos:

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  1. El Paradigma del Liderazgo

  2. El Paradigma del Potencial

  3. El Paradigma del Cambio

  4. El Paradigma de la Motivación

  5. El Paradigma de la Educación

 

 

El Paradigma del Liderazgo:

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Algunos paradigmas de liderazgo abrazan la noción de que el liderazgo es para unos pocos. Cuando este paradigma también se adopta en casa, a menudo los padres están a cargo de todas las decisiones en la relación padre-hijo. Un cambio de paradigma en esto es adoptar la noción de que todos pueden ser líderes. Lo que significa que los padres y los hijos pueden encontrar oportunidades de compartir el liderazgo.

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El Paradigma del Potencial:

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Es natural que los padres quieran alentar a sus hijos. Un paradigma que puede ser utilizado en el hogar para alentar esto es el paradigma del potencial. Este paradigma enseña que todos tienen un genio. Celebramos esas diferencias y nos enfocamos en las fortalezas de cada uno.

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El Paradigma del Cambio:

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Este paradigma se enfoca en un cambio de paradigma interno. Al crear un entorno que nutre la mentalidad de “todo cambio empieza conmigo”, uno está creando oportunidades en el hogar para que los estudiantes aprendan lo que es la responsabilidad.

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El Paradigma de la Motivación:

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Este es un paradigma que enseña a los padres a empoderar a los estudiantes para que dirijan su propio aprendizaje. Algunas veces pareciera más fácil decirles a los niños cómo hacer algo en lugar de permitirles resolverlo por ellos mismos, ¿cierto? Usualmente toma tiempo y paciencia y una liberación de control para crear el espacio para el crecimiento y el devenir. También, el proceso probablemente incluye fallar, lo cual es en realidad solo un paso en el camino al éxito, pero de cualquier forma puede ser difícil de dejar pasar. De cualquier forma, piensa sobre el desarrollo y la confianza que puede obtenerse si se permite que los niños tengan una oportunidad de dirigir su propio aprendizaje.

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El Paradigma de la Educación:

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Por último pero no menos importante, está el paradigma de la educación. Este paradigma se enfoca en desarrollar al niño integralmente, no solo desarrollándolos en lo académico. Esto incluye desarrollarlos social y emocionalmente para que puedan aprender a desarrollar las habilidades suaves necesarias para el futuro.

Como padres, somos los principales maestros de nuestros hijos. Nos guste o no, estamos siempre modelando, siempre siendo un ejemplo. Tenemos la oportunidad de nutrir a nuestros niños no solo académicamente, sino también emocional, física y espiritualmente.

Te invito a volverte consciente sobre lo que estás viendo. Toma tiempo hoy para detenerte e identificar lo que esta influyendo la manera en que ves las cosas. ¿Te gustan los resultados que estás obteniendo? Si no te encantan tus resultados, te invito a considerar un cambio de paradigma educativo. Recuerda, si sigues haciendo lo que estás haciendo, seguirás obteniendo lo que estás obteniendo.

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En conclusión, existen tres cosas básicas que influirán y formarán a nuestras familias:
Primero, nuestros valores, que son las cosas más importantes para nosotros. Los valores dan a nuestras familias una brújula.

Segundo, nuestros puntos de vista, también conocidos como nuestros paradigmas.

Tercero, nuestros hábitos, que son las cosas que hacemos una y otra vez.

 

¡Algunas veces ni siquiera nos damos cuenta de lo que hacemos porque es lo que siempre hemos hecho! Podemos construir familias exitosas basándonos en identificar y alinear nuestros valores, puntos de vista y hábitos con lo que es más importante para nuestras propias familias. Esto nos ayudará a crear una cultura de liderazgo inspiradora en nuestros hogares.

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