Practicando Hábito 6 con La Familia:
Sábado de Sinergia

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Los sábados de sinergia son para pasar tiempo juntos y construir relaciones familiares.

Eso es lo que diría mi esposo si le preguntaras por qué tenemos sábados.  Mi respuesta es muy diferente.  Mi escuela de pensamiento es: “Los sábados, no son sábados de sinergia, son para ponerse al día con la limpieza y hacer proyectos en la casa, ¡Básicamente terminar mi lista de pendientes!” A mis hijos no les gusta mi filosofía.  Batallamos casi todos los sábados.  Papá querría salir e ir a un parque y yo desearía que trabajáramos en limpiar el jardín.

 

¿Adivina quién gana en cada ocasión? Papá.

Es decir, ¿qué muchachos desearían limpiar el jardín? ¡Mis hijos no! Admitiré que me cuesta mucho detenerme en algún punto cuando sea suficiente y finalizar la tarea. Si empiezo a limpiar la cocina, esto me lleva a la sala de estar, luego al baño, a la oficina, a las escaleras, a la lavandería, a más baños, a la sala familiar, a las habitaciones, etc. 

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Un viernes por la noche, mientras veíamos la televisión, se produjo la siguiente conversación entre mi querido esposo (QE) y yo:

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QE: “Hola, ¿Qué tal si mañana hacemos algo afuera a primera hora de la mañana?” 

Yo: “Hay mucho trabajo por hacer, tenemos que empezar a trabajar temprano”.

QE: “¿Qué tal si haces una lista de lo que realmente hay que hacer y echemos un vistazo?”

Yo: (Hice una lista estando bastante furiosa, orando para no olvidar nada. Luego le entregué la lista)

QE: “OK, realmente podemos hacer aproximadamente la mitad de eso en unas pocas horas. ¿Crees que los niños realmente durarán lo suficiente como para ser de ayuda?

Yo: No, necesitamos un nuevo plan, ¿no? 

QE: “Si, bueno, ya que va a hacer más frío por la mañana (nota: donde vivimos en el verano sobrepasa los 105°F) qué te parece si tomamos un tiempo y vamos al parque, llevamos algo de beber, y luego volvemos a casa y hacemos las áreas que creas que son más importantes”.

Yo: Vamos a intentarlo.

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Despertamos el sábado y nos preparamos para ir al parque.  Los niños estaban encantados de que fuéramos antes de que hiciera demasiado calor.  Jugaron por un buen tiempo.  Mi esposo y yo incluso caminamos por el sendero del parque y luego jugamos con los niños. Nos detuvimos a tomar una bebida en nuestro lugar favorito para refrescarnos, luego volvimos a hacer las tareas que debían hacerse.  Cuando mostré a los niños la lista de tareas por hacer en realidad hubo muy pocas quejas.

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Al crear esta nueva forma de tomar nuestros sábados, ninguno de nosotros renunció a nada. No nos comprometimos ni competimos entre nosotros. Creamos algo nuevo. Sinergizamos.

Mi querido esposo terminó con más tiempo en familia porque los niños jugaban más tiempo en el parque durante las mañanas más frescas. Yo estaba más satisfecha con las tareas domésticas porque eran las tareas que consideraba más necesarias. Los niños ganaron porque tenían tiempo al aire libre, bebidas, menos tareas y padres felices. Hasta este momento aún utilizamos este mismo sistema.

Durante los meses más fríos, ajustamos cuándo y qué hacemos como actividad, pero mantenemos el resto igual. Está funcionando bien para nosotros. Estoy orgullosa de haber encontrado una manera de estar satisfechos con el resultado. Es genial trabajar juntos como familia y lograr más de lo que haríamos individualmente.

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